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Nuestra vocación de predicadores, en el contexto de la realidad colombiana

Tercer encuentro de formación permanente 26 al 28 de septiembre de 2025

|  septiembre 29 de 2025  |

El propósito fundamental de la formación permanente es la renovación y maduración de los frailes según las diversas “edades” de su vida, a fin de que sean siempre, más aptos para anunciar la Palabra de Dios a gentes, que están condicionados por las circunstancias del mundo actual. (LCO 251bis) 

En el Centro de Encuentros La Rondalla, Guarne Antioquia, del 26 al 28 de septiembre, se desarrolló el Tercer Encuentro de Formación Permanente organizado por el promotor para la formación permanente de la Provincia San Luís Bertrán de Colombia y orientado por el presbítero Francisco de Roux, S. J.

La temática propuesta para éste tercer encuentro de formación estuvo orientada a reflexionar sobre nuestra vocación de predicadores, en el contexto de la realidad colombiana. Para tal fin, el padre Francisco propuso como orden temático de reflexión dialogar sobre la situación del Orden Mundial, la situación de Colombia hoy, la situación de la Iglesia hoy. Cada bloque de reflexión fue iluminado desde el pensamiento del maestro Eckhart y por teniendo en cuenta cuatro apuestas de Jesús que podemos encontrar en los evangelios: la compasión por el pobre; la misericordia con el pecador; la justicia y el mensaje de la paz.

¿Qué pasa en el mundo?  El común denominador de la experiencia de las gentes de nuestro tiempo es el estado constante de ansiedad; las incertidumbres constantes, los vacíos, la inseguridad, la incredulidad en el futuro de las instituciones (políticas, religiosas, económicas) son terreno abonado para que las multitudes sean manipuladas y se perpetue la polarización en el mundo.

Vivimos circunstancias mundiales de mucha complejidad en donde las grandes problemáticas giran en torno al mundo de las armas, el mundo del petróleo y la minería y el mundo de las mafias y la trata de personas. El orden mundial dominado por Estados Unidos de mentalidad intervencionista y China de mentalidad integracionista esta evolucionando a un orden multipolar en donde aparece India y África pero donde América Latina no aparece o no es relevante.

Otro fenómeno mundial que ha hecho mucho daño es el militarismo que tiene por objetivo final el cuidado de la patria y que alimenta los grandes conflictos mundiales que nos tiene ad portas de una guerra mundial en donde la IA y la energía nuclear la harán supremamente devastadora. 

Frente al a la situación mundial los religiosos hemos de potenciar el mensaje de Jesús quien tuvo una actitud completamente contraía a la guerra.  Como seguidores de Jesús hemos de estar muy cerca a la realidad de las personas.

¿Qué pasa en Colombia? En Colombia se identifican hoy por hoy cuatro nuevas maneras de esclavitud: los niños y niñas llevados a la guerra, la manipulación de los migrantes por las mafias, la esclavización de los jóvenes a partir de la tecnología y sus algoritmos, la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes.  Sobrevivir es la lucha diaria de miles de compatriotas y de migrantes al interior del territorio nacional.  De fondo en Colombia hay una profunda pobreza y exclusión social.

Con los acuerdos de paz entre el gobierno nacional y las extintas FARC-EP que llevaron a la implementación del sistema de justicia, verdad, reparación y no repetición se pretendió aportar a la reconstrucción del tejido social fracturado por el conflicto armado interno.

La situación social y política de Colombia mirada por la comisión de la Verdad llevó a la recomendación de apostar por la reconciliación del país desde los territorios. Escucharnos desde las diferencias y desde los dolores de las comunidades de tal manera que los colombianos se pudieran reencontrar.

Para el padre Francisco la arquitectura del país es muy compleja y por ello como religiosos debemos seguir estando atentos a las estructuras de victimización que perduran y ponernos del lado de las víctimas; estar atentos al dolor de las personas, sobre todo el generado por la violencia social y política; debemos ayudar a las víctimas a salir de su posición politizada y a recuperar su altura moral y su papel protagónico en la reconciliación del país; nos corresponde velar por el mantenimiento de la seguridad que genera confianza entre los unos y los otros; velar por que el empresario colombiano cree empresa con el pueblo e incorporarlo a la economía formal; apoyar la recuperación del campo y su vocación; velar por aumentar nuestra responsabilidad frente a la conservación del medio ambiente y su biodiversidad haciendo eco del espíritu de la encíclica Fratelli Tutti; en el ámbito de la educación nuestro papel ha de propender por mantener la búsqueda de la verdad y la construcción de la responsabilidad colectiva frente al vulnerable.

¿Qué pasa con la Iglesia? Frente a las problemáticas del mundo moderno la carta de entrada de la Iglesia es la defensa de la verdad y comunicar el Evangelio con el ánimo de construir colectivamente.  ¿Cómo podemos los religiosos hacer que la Iglesia avance? La Iglesia como institución en medio del desarrollo de las culturas se encuentra en una disyuntiva que la ubican entre ser una minoría encapsulada que solo se preocupa por salvaguardar su riqueza cultural o enfocarse y tomar el riesgo de afrontar los grandes desafíos del mundo.

El horizonte de la Iglesia a de ser Jesús de Nazaret, su vida, su predicación del Reino, su preocupación por el prójimo y sus dolores.  El futuro de la Iglesia esta en abrirse a la humanidad entera y comunicar la gratuidad de Dios.

Es preciso resaltar que el encuentro de formación permanente es a su ves una ocasión para disfrutar la vida fraterna, la oración comunitaria y la predicación.


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