Las fronteras que nos unen

| agosto 06 de 2020 |

Uno de los mayores desafíos que enfrenta Colombia es la migración venezolana. Razón por la que no podemos hacernos indiferentes a esta realidad que circunda en nuestras comunidades. Domingo de Guzmán hizo su misión en aquellos lugares donde se necesitaba recordar que la vida es única y tiene sentido. Por eso, es tarea apremiante atender a este desafío cuyo propósito es reivindicar la dignidad de muchos venezolanos que con mucho, poco o nada, han decidido iniciar un peregrinaje para tener una mejor vida.

Fr. Hernán VÁSQUEZ AMÉZQUITA de la Casa san Jacinto de Polonia, la Universidad Santo Tomás desde la Unidad de Proyección Social y la Maestría en Derechos Humanos y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y del Departamento para la Ayuda Humanitaria de la Comunidad Europea (ECHO), comprometido con la defensa y garantía de los derechos de la población infantil migrante, desarrollaron un programa de acompañamiento para migrantes venezolanos cuyo objetivo promueve la prevención de la violencia y el reclutamiento forzado y, además, ofrecer vías en las que la dignidad sea el valor que permita a venezolanos, en especial niños, niñas y adolescentes, sentirse en Colombia como en casa: aceptados, amados y acompañados.

De manera especial un agradecimiento al aporte de los niños, niñas y adolescentes colombianos y venezolanos participantes en el programa, quienes contribuyeron activamente al desarrollo de este proyecto desde sus experiencias de vida y fortalezas.

Para acceder a la guía pedagógica del programa de acompañamiento, clic en el botón.