Quinto Domingo de Pascua
| mayo 10 de 2020 | Por: Fray Andrés Viaña, O.P. |
Juan 14, 1-12
Este evangelio nos muestra el sendero de Aquel que es el amor viral por excelencia: Jesús, quien dice de sí mismo: “soy el camino, la verdad y la vida”. Hoy a nosotros los cristianos, al igual que a los discípulos de Jesús, nos cuesta comprender que no es más relevante memorizar unas verdades sino seguirle; no se trata de aprender teología sino de encontrarse con Él y dejar que nos guíe hasta el Reino del Padre, es decir: comportarnos como Él lo haría, amar a nuestros hermanos hasta darlo todo. Es sencillamente lo que estamos impulsando en la campaña de pastoral, aquí, en nuestra parroquia.
Hacer eso en la vida cotidiana no siempre es fácil, hoy enfrentamos problemas y situaciones que no tienen nada que ver con las que enfrentaron Jesús y los apóstoles. Pero ese es precisamente nuestro desafío: encontrar soluciones creativas, en línea con el Reino, a los problemas con los que nos enfrentemos. En medio de este confinamiento, las palabras de Jesús, hoy y siempre, quieren alentarnos en la esperanza, fortalecernos en medio de la angustia y devolvernos el horizonte de vida.
Ahora bien, quién cree en Jesús cree en el Padre y será transparencia del Resucitado. El proyecto del seguimiento es exigente y radical. Tú y yo estamos llamados, en nuestra vida cristiana a: ser camino, ser verdad y ser vida. Estamos llamados a ser una alternativa de vida, junto con otras, en medio de un mundo desorientado que con frecuencia no encuentra el sentido de la existencia. Miremos a Jesús que es:
Camino, es decir, es proyecto, horizonte que guía la vida. Su muerte está llena de sentido porque en ella se manifiesta el amor de Dios por la humanidad y les devuelve la razón de vivir en momentos de confusión y desesperación.
Verdad, en otras palabas, hacerle frente a la mentira, al engaño, a la corrupción que se apodera del corazón de la persona humana. Jesús es la transparencia que necesita hoy nuestra humanidad y es el único que nos da el criterio de verdad que devuelve la luz.
Vida, ya que frente a las fuerzas de la muerte que causan terror, Jesús da sentido a la vida, se revela como Señor de la vida y vencedor de la muerte. Y en Él todos los que apuestan a favor de un proyecto de vida, de verdad y amor como horizonte que puede salvar a la humanidad de la injusticia, la corrupción, la exclusión y la maldad que azotan a nuestro pueblo.
Pido a Dios que te bendiga hoy y siempre; que en medio de tu vida, en donde somos llamados a vivir la fe, donde estamos llamados a descubrir al Dios con nosotros puedas experimentar la presencia de Dios como “el camino, la verdad y la vida”.
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