¡El Señor es mi fuerza y mi energía, Él es mi salvación!
Hermanos, ¡Cristo ha resucitado! Por eso se alegra nuestro corazón y nuestra esperanza se hace cada vez más fuerte y firme. Ese mismo Jesús, que vive verdaderamente en medio de nosotros, hoy se presenta en el lugar donde se encuentran reunidos los discípulos para anunciarles la paz que solo de Él puede proceder.
Por: Paula Andrea Parra Sánchez.