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(2/9) Dará a luz un hijo y le pondrá por nombre… HIJO DEL HOMBRE

|  diciembre 17 DE 2019 • FRAY Alberto René Ramírez Téllez, O. P.  |

Albert Schweitzer decía que comenzamos a vivir en una época peligrosa debido a que el ser humano ha aprendido a dominar la naturaleza mucho antes que haber a prendido a dominarse a sí mismo… más aún creo yo, que antes de haber aprendido a aceptarse o a quererse así mismo: Por algo así cobra tanto sentido esperar a aquel que viene de lo alto, de lo santo, de lo bueno como «hijo del hombre», que más que un título es una declaración.  «El Dios con nosotros» es humano.  Pero no humano como nosotros, sino humano como debemos, podemos y anhelamos ser. ¡Jesús es el epítome de lo que significa ser humano!

Con esta declaración lo humano no es una contraposición a lo sagrado, sino la manifestación mas extraordinaria de Dios movida por puro amor. Mateo en el recuento de la genealogía de Jesús nos trae cuarenta y dos generaciones entre Abraham y Jesús y lo hace con dos intenciones.  La primera mostrarnos a Jesús como Hijo de la sempiterna promesa de Dios; y la segunda, mostrar que esas 42 generaciones se equiparan a las 42 etapas del camino por el desierto en búsqueda de la libertad, en búsqueda de la tierra prometida… Jesús es para Mateo como esa tierra prometida… el fin de esa larga peregrinación: donde la promesa se cumple.

Pero esto no es todo, en esa lista Mateo incluye junto al nombre de María, el nombre de otras cuatro mujeres (Tamar, Rajab, Rut y Betsabé) que arrostran las vicisitudes de la vida… esas pruebas que llegan a comprometer hasta su virtud dejándolas expuestas a la desaprobación. Ellas como María dan a luz, con fatiga y ansiedad, un linaje de renuevo y enriquecimiento del tronco del que brota el Mesías. No es la pureza de una raza ni su pedigrí sino el ímpetud incontenible del amor del Señor que todo lo puede, que todo lo reconcilia, que todo lo dignifica, el que ha hecho tal prodigio de regalarnos, por este linaje y por María, humanidad a la humanidad. Por puro amor se nos ha regalado un «Hijo del hombre»…, es bueno no olvidarlo, pronto muy pronto, luego del conticinio que asemeja el adviento, se desplegará sobre nosotros el alba de un nuevo día, en el que ya no existirá un ser humano -como dice Platón en el Banquete- por más frágil o espantadizo que sea, que no pueda convertirse en héroe por amor.

Padre te damos gracias por atraernos a ti,
por medio de la humanidad de Jesucristo, el HIJO DEL HOMBRE,
danos la inteligencia para entender que esta vida nuestra,
que vemos a veces tan quebrantada y contradictoria,
ha sido tocada por la encarnación de tu hijo,
por un amor que nos llena de motivos para
quererla, defenderla y disfrutarla al máximo.
Amén.