Skip to main content

En el desierto de mi interior

|  febrero 26 de 2023  |

Fue llevado al Desierto por el Espíritu. Hoy hermanos iniciamos nuestro camino cuaresmal, y como cada año, en el primer domingo de este tiempo, escuchamos aquel pasaje del evangelio que narra las tentaciones de Jesús en el desierto. Jesús va a este lugar misterioso y maravilloso donde quizás la vida no se ve a simple vista, pero cuando nos adentramos en él, nos encontramos con una sorpresa, hay vida y vida en abundancia a pesar de ser un mar de arena y rocas. Valdría la pena preguntarnos ahora ¿Cuál es mi desierto? ¿Por qué este misterioso lugar es importante dentro de mi vida como cristiano? ¿Que podría encontrar allí? ¿Por qué huyo?

Sabemos que a lo largo de la historia del cristianismo el desierto es una figura importante para quienes quieren seguir a Jesús. Los primeros hombres y mujeres iluminados por esta experiencia de Jesús en el desierto, buscaban retirarse a estos lugares. Sin embargo, cuando el cristianismo llego a aquellos sitios donde encontrar un desierto no es posible, la comprensión de desierto trascendió más allá del ser un espacio físico. Nuestra comprensión de desierto hoy nos lleva a lo más profundo de lo que somos, nos lleva a un estar solos, sin dejar nuestras actividades cotidianas. El desierto es un encuentro con nosotros mismos, es ir a lo más profundo del corazón. Sabiendo hermanos que esta tarea no es fácil. ¿Cuántas veces no huimos de nosotros mismos, porque nos da miedo encontrarnos con lo que somos, con nuestra humanidad?

Entrar en el corazón es encontrarnos sin velos, sin máscaras. Sin aquellas mascaras que nos ponemos para determinadas circunstancias, sin las máscaras del sentirnos bien por solo querer satisfacer nuestros deseos, porque es allí en el interior donde nos damos cuenta del verdadero valor que tienen mis relaciones con los demás. A veces, hermanos, nos acercamos al otro con solo el fin de sentirnos satisfechos de haber cumplido con un deber, por ejemplo, en este tiempo cuaresmal se nos invita a la realización de muchas prácticas de caridad, pero ¿Cuándo las realizo soy realmente consientes de la comunión con mi hermano o simplemente la realizo por un deseo de satisfacer mi apetito interior, por mostrarme como un buen cristiano, cumplidor de preceptos y normas dejando a un lado al prójimo? No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. nos lo recuerda Jesús, al ser tentado por el deseo de solo satisfacerse ¿somos testimonio, palabra de Dios o tan solo satisfacemos nuestros apetitos y pasiones con el prójimo?

Ahora bien, en determinadas ocasiones no solo nos basta ocultarnos detrás de una máscara, sino que la adornamos para que los demás puedan verla y se maravillen de esta. No conforme, la sigo adornando, ocultando cada vez más lo que realmente soy; con el fin de que los otros me reconozcan., y en ese afán rompo con mis convicciones, olvido lo que soy y deshaciéndome de mis valores, de mis principios, me adorno en contra de lo que soy para poder ser lo que aquellos que me rodean quieren que yo sea. Sin importar dejo a un lado lo que soy. Por tal razón huyo del desierto, porque en el desierto me encuentro con mi soledad, porque allí en el desierto de mi corazón, como si se tratase de una danza, donde el artista y la obra de arte se unen, nos unimos mi soledad y yo para descubrir todo aquello de lo que me he cargado; a lo que he renunciado con el único objetivo de querer ser reconocido por lo demás, y tener una comodidad.

Allí en mi corazón, frente a la realidad autentica de mi ser, me descubro, y encuentro que también me he arrodillado, he bajo mi cabeza ante dioses y señores que me permitieron construir y adornar la máscara, pero como si no fuera poco, descubro que esa mascara adornada me ha brindado de un poder que ejerzo ante otros y con el cual quiero someter y mandar. Descubro en mi caridad, en mis relaciones con los demás la hipocresía del poder, ¿Cuántas veces me creo moralmente correcto ante situaciones inoportunas por el hecho de haber realizado obra de caridad? ¿Cuántas veces en la relación con otros me siento con el poder de manipular tan solo por haber tenido puesta la máscara de una cordialidad falsa? La mayoría de nuestras relacionas están ordenadas por el poder, pero también depende de la manera como cada uno de nosotros ofrece este poder.

¿Acaso en nuestro trato con quienes decimos amar o a quienes decidimos ayudar estamos esperando la llegada del momento oportuno para que nos respondan de la misma manera; y de no ser así, lo que he realizado me da el poder de decir: yo te di, yo te hice y yo te ayude; entonces tú debes? En este caso caridad y amor son adornadas con la máscara del poder manipulador que somete y juzga. Sin embargo, el mismo Jesús ante las tentaciones nos muestra que Dios está con nosotros, que el espíritu lo condujo al desierto para reconocer su humanidad, humanidad que es compleja y que requiere que la conozcamos para poder enfrentar los mismos retos y obstáculos que la vida del hombre posee. Es la humanidad que se conoce en nuestra propia experiencia de desierto, en el retornar al corazón y sin ningún tipo de mascara o adorno reconocer como el amor y la confianza en Dios nos fortalece, porque está allí dentro de nuestro corazón, en lo profundo de nuestro ser. Y si no regresamos a conocernos en nuestra intimidad, no encontraremos a Dios.  

Pidamos al Espíritu Santo que en este tiempo de cuaresma nos ayude a volcar nuestra mirada nuevamente hacia el corazón, para que así podamos estar preparados ante las tentaciones del poder, la fama y el querer solo satisfacer nuestros deseos, para tener la confianza suficiente en Jesús y enfrentar día a día nuestro caminar. Que reconociendo nuestra humanidad podamos seguir fortaleciendo nuestro amor en Dios y poder abandonar las máscaras con las cuales nos presentamos delante del prójimo delante de quienes decimos amar; que seamos palabra viva de Dios, testimonio ardiente del verdadero amor para brindarlo a todos los que nos rodean.


Fray José Eduardo Pardo Carrillo, O.P.


Te pueden interesar otros contenidos sobre este tema clic aquí: