¿Cristianos cómodos o incomodos? ¿Qué prefieres?

|  febrero 28 de 2021  |

En muchos momentos de nuestra vida experimentamos sentimientos y emociones de los que no quisiéramos salir. hay momentos en los que se padece y otros en los que goza de una sensación inimaginable de paz, calma y serenidad. El relato de la trasfiguración es un gran ejemplo de dichos momentos. Tanto para Pedro como para los otros dos discípulos la experiencia de este milagro debió haber llenado sus corazones de paz. De esta misma manera nosotros los cristianos en muchas ocasiones llegamos a sentirnos llenos de paz, de tranquilidad y de calma. Especialmente cuando experimentamos encuentros donde nuestra fe alivia el corazón, llevando a la manifestación de expresiones tales como “me siento en el cielo”. Sin embargo, se puede pasar de un gozo que nos permite seguir caminando a un sentimiento de comodidad lleno de miedo a enfrentar la vida cotidiana, que no nos permite avanzar.

Es natural que nos guste estar en un estado de comodidad. Un estado donde el esfuerzo es menor, donde la vida se hace más fácil. Desde un punto científico la comodidad implica menos consumo de energía, por ejemplo: Desde la química se sabe que los elementos buscan el menor estado de energía y por ello se unen a otros para lograr estabilizarse. o desde la biología se comprende el por qué en zonas donde se vive el invierno, algunos animales hibernan con el fin de consumir menor cantidad de energía. Por lo cual es natural que no se quiera salir de dicho estado.

A pesar de esta tendencia natural, el Evangelio de este segundo domingo del tiempo cuaresmal nos muestra que la vida de quienes deciden y quieren seguir a Jesús, no debe quedarse en un estado de comodidad. La frase que dice Pedro a Jesús, es producto del querer quedarse en aquel lugar donde se presencia la gloria del cielo, se siente la paz, se desea quedarse y vivir allí con el fin de no perder la comodidad. “Maestro que bien se está aquí, vamos a armar tres chozas”

Como Pedro muchos de los que estamos en el camino de seguimiento al señor no quisiéramos dejar las comodidades que se ofrecen en nuestras experiencias de fe, no se quiere abandonar la comodidad de la montaña y el ánimo de bajar a enfrentarnos con los desafíos de la vida cotidiana en el mundo, desaparece. Nos encerramos en la comodidad de nuestras casas; viviendo la fe desde el sofá.

El ser cristianos comprometidos ya sea por llevar una vida consagrada, por ser un laico comprometido en la parroquia o en otros servicios dentro de la iglesia, nos mueve a salir de ese estado de comodidad. implica bajar de la montaña con Jesús y escucharlo. Tal como lo indica el Evangelio: “Entonces vino una nube que le hizo sombra, y salió de ella una voz: este es mi Hijo amado, escúchenlo”. Así el escuchar a Jesús se trasforma en una invitación a movernos. El escuchar implica poner atención a lo que se oye. El escuchar a Jesús nos hace bajar de la montaña para seguir caminando Junto a Él en las dificultades de la vida, enfrentando nuestros miedos. Tal como lo podemos ver en el relato, puesto que, el texto nos recuerda que dicho acontecimiento donde se manifiesta y se presenta lo que será la gloria de la resurrección, tiene lugar seis días después de que Jesús ha anunciado por primera vez a sus discípulos su pasión. El miedo de bajar y seguir caminando con Jesús y enfrentar lo que ha anunciado puede ser una de las causas por las cuales Pedro quiere armar tres chozas.

hermanos el tiempo de cuaresma nos invita a salir de la comodidad de nuestra vida como cristianos, a salir de los encasillamientos y prepararnos para seguir caminado con Jesús. A pesar de las dificultades de la vida, que pueden ser un calvario. Hoy el Señor nos recuerda que la gloria de la resurrección y la alegría de la pascua están cerca. Sigamos preparando nuestros corazones, nuestras mentes y que las prácticas y las experiencias de fe nos permitan tomar las fuerzas necesarias para continuar con nuestra misión de anunciar el Evangelio al mundo.


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Fray Jose Eduardo Pardo Carrillo

  • Cursa quinto semestre de Licenciatura en Filosofía y Letras en la Universidad Santo Tomás

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