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Agua (3/5)

|  marzo 15 DE 2020 • Fray Cristian Mauricio López Marulanda, O.P.  |

Dame de beber…

Colombia es un país privilegiado en cuanto al agua se refiere. Cuenta con el 49% de los páramos que existen a nivel global, de los cuales se nutren hídricamente muchas poblaciones. Sabemos que estos páramos son ecosistemas fascinantes que albergan un potencial de vida increíble. Sin embargo, sabemos también que están expuestos y que se hace urgente su protección. Ha vuelto a estar en la polémica nacional el páramo de Santurbán, que se encuentra en peligro por posibles explotaciones mineras. Para muchos (quienes no utilizan cotidianamente el agua que de allí proviene), es más valioso y genera más riqueza el oro que allí pueden encontrar.

“Jesús, cansado del camino, estaba allí sentado junto al manantial. Era alrededor del mediodía. Llega una mujer de Samaría a sacar agua, y Jesús le dice: dame de beber.” Los textos que nos propone la liturgia en esta cuaresma son aquellos que nos hacen reflexionar de manera especial sobre el bautismo. La cuaresma como camino de compromiso para el creyente, explora de forma concreta aquello que puede hacernos reflexionar sobre el bautismo y lo que ello implica. Por eso, los signos que expresan las lecturas echan una mirada sobre los signos esenciales que han de guiar la vida del bautizado: el agua, el fuego, la luz… Es claro que el agua en el bautismo simboliza la muerte y la vida.

Dame de beber, dice Jesús. ¿Qué agua nos quedará? Por supuesto que el diálogo entre Jesús y aquella mujer samaritana, nos quiere hacer mirar más allá, descubrir que, si bien el agua es esencial para la vida, también hay otra vida, otra fuente que es esencial para la existencia. Sin embargo, necesitamos del agua aquí y ahora, es la petición de Jesús. El maestro no le dice a aquella mujer que no saque agua, que ésta no es suficiente, que ya no necesitará más de ella. Jesús, le pide, porque tiene sed, porque es mediodía y porque todos necesitamos del agua. Si bien en este texto la preocupación de Jesús no es el cuidado del agua, si podemos decir que nos ayuda a vislumbrar que es necesario cuidarla, porque lo que es el agua para nuestros cuerpos, es la vida de Dios para todos. ¿Podríamos comprender lo que es Dios en nuestras vidas si nos olvidamos de cuidar el agua?

Santurbán, Sumapaz, Hidorituango, el fracking, la minería, la privatización del agua; todas estas situaciones reclaman de nosotros una toma de postura clara. Jesús (en los hermanos más pequeños) nos dice: denme de beber. ¿Acaso le daremos un lingote de oro, o le haremos pagar por el agua que es un derecho de todos? Pasar por el agua en el bautismo ha de comprometernos también con ella, que nos provee la vida.

Estrellita Santurbana