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Siembra, siembra, siembra... !Que la cosecha  abunde!

|  mayo 14 de 2025  •   Fr. Juan Pablo Romero Correa, O.P. • Promotor de Justicia y Paz -Colombia |

Estaba pensando en escribir una historia, que recogiera el sentimiento que despierta volver al Catatumbo. Hace apenas unos meses, esta región fue testigo de la reactivación del conflicto armado con la confrontación de dos grupos armados ilegales, y con ello, el desplazamiento de un número cercano a las 50.000 personas a las cabeceras municipales de Ocaña, Cúcuta y Tibú, entre otras.

Escribir con ese telón de fondo no parece una tarea fácil. Al final, la desesperanza también se puede aprender: No siempre las palabras de aliento llegan al corazón para reactivar la alegría y la ilusión.

Como se van calmando la aguas después de la tormenta, esta misión ha venido superando los claro oscuros; los frailes en Campo Dos (Tibú) han aportado su granito de arena en un Corregimiento que sigue siendo causa de muchas alegrías, pues como lo menciona Albert Camus: Basta una pequeña grieta para que repunte la vida. De ello seguimos siendo testigos.

En esta cita que hemos programado; con el tiempo suficiente para conectar personalmente, con el calor del día que aumenta, como lo sabe hacer este clima tropical de contrastes, nos reunimos una vez más con las señoras del Catatumbo. En esta oportunidad para valorar los avances logrados con las organizaciones sociales de mujeres: Buenas historias esperamos recoger, historias que ya conocemos, pero que se hacen más intensas, porque somos testigos directos; el calor se suma a la sonrisa, al abrazo, a la voz de aliento en medio de la adversidad, a la ocasión que se teje con el café o el helado que se disfruta al caer la tarde.

Otra cosa nos moviliza: Poner al día agendas con otras Instituciones públicas y privadas. Como se sabe, emprender en un país que parece concebido en los escritorios de políticos y tecnócratas, hace muy difícil fortalecer las bases de organizaciones sociales, muchas de ellas iletradas en asuntos contables o jurídicos que suponen costos, y en muchas ocasiones, multas, cuando se desconocen procedimientos. Pero, para eso estamos aquí. Para eso se han integrados profesores de la Universidad Santo Tomás de Colombia. Para eso, los frailes dominicos siguen esparciendo semillas en tierra fecunda. Para eso, la gestión de proyectos sigue siendo un plan prioritario con el ánimo de asegurar recursos para la sostenibilidad económica de las iniciativas en curso.

Nuestra presencia en la región del Catatumbo pretende consolidar un sello imperecedero. Dependemos claramente de la voluntad de otros. La Santoto quiere hacer lo propio, los frailes han trasegado 80 años en esta región y no se van a ir mañana. Necesitamos más manos levantadas. Más voluntades que quieran sumar con determinación. Más profesionales que quieran donar tiempo, un recurso valioso pero terriblemente escaso. Necesitamos más oración, que pueda quebrar resistencias y abrir horizontes que permitan mantener encendida la llama de la esperanza.

Quiénes alrededor levantan la mano???


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