Del 2 al 5 de agosto, en el Monasterio del Santo Ecce-Homo en Colombia, 8 sacerdotes diocesanos se reunieron para prepararse con un retiro espiritual a ser admitidos como miembros de la Orden de Predicadores e iniciar el noviciado de cara a la constitución de la Fraternidad Sacerdotal Santo Domingo de la Provincia de San Luis Bertrán.
Los sacerdotes, procedentes de diferentes diócesis y países de Latinoamérica, se han venido formando aproximadamente hace año y medio bajo el acompañamiento permanente de fr. Raúl Gómez, encargado de la promotoría de Familia Dominicana en la Provincia. Los presbíteros, quienes se habían encontrado quincenalmente y de manera virtual son: pbro. John Fredy Gutiérrez, pbro. Jesús Fernando Vega y pbro. Jaiden Baute son de Colombia; los padres Johan Araujo, Mauro Moncada y Jorge Montilla de Venezuela; el pbro. Jairo Maduro de Aruba y finalmente el pbro. Juan Carlos Cuéllar de El Salvador.
El retiro espiritual estuvo dirigido por fr. Iván Mejía, fr. Walter Rueda y fr. Raúl Gómez, quienes abordaron temas como: la liturgia en la Orden de Predicadores, los dominicos en la historia de la espiritualidad y el misterio de la Encarnación en la O.P. Asimismo, en torno a momentos de oración, fraternidad y estudio, estos sacerdotes fueron avanzando en su discernimiento para emitir su respuesta positiva a la admisión de la Orden.
La ceremonia de admisión fue realizada en el convento Nuestra Señora del Rosario en Chiquinquirá, y presidida por el Padre Provincial fr. Diego Serna, O.P. Les fue conferida la cruz de Calatrava como una insignia distintiva de su pertenencia a la Orden, así como la regla de las Fraternidades Sacerdotales Santo Domingo, con el fin de ir configurando su ministerio al carisma dominicano. El encuentro concluyó con la celebración de la Santa Eucaristía en el Santuario Mariano Nacional de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá.
Finalmente, recordamos que las Fraternidades Sacerdotales Santo Domingo son un auxilio espiritual que la Orden de Predicadores ofrece a los sacerdotes diocesanos que ejercen su misión en sus iglesias particulares de origen, de manera que estos pasan a formar auténticamente parte de la Orden buscando vivir el ideal y carisma heredado por nuestro padre Santo Domingo de Guzmán.