El pasado sábado 4 de junio de 2022, algunos miembros de la familia dominicana de Bogotá se reunieron en el Convento de Santo Domingo, con el fin de participar solemnemente en la vigilia de Pentecostés. Después de tres años sin encontrarse para esta celebración, esta ocasión estuvo marcada por el reencuentro, la oración, la fraternidad y la alegría.
A la vigilia asistieron laicos dominicos, religiosas, jóvenes universitarios, los aspirantes a la Orden de Predicadores, frailes dominicos y comunidades de evangelización laical como Emaús y Familia Espiritual.
La jornada inició a las 6:15 p.m. con la bienvenida dada por algunos frailes estudiantes a la entrada del Templo Santo Domingo. Continuó con las vísperas solemnes y momentos de alabanza pidiendo la presencia del Espíritu Santo. Posteriormente, se dio paso a la predicación de la noche realizada por fr. Álvaro José Arango Restrepo, O.P., invitado especial, quien nos recordó la acción del Espíritu Santo como sanación de Dios ante tantas enfermedades sociales y familiares que hemos heredado.
Hacia las 9:00 p.m. hubo lugar para trabajar por equipos, liderados por frailes estudiantes en los que se reflexionó sobre los dones del Espíritu Santo. Vale recordar que, durante todo el programa de la vigilia se ofreció el sacramento de la reconciliación, al que acudió una gran parte de la asamblea.
La vigilia finalizó con la celebración de la eucaristía presidida por el prior provincial, fr. Diego Orlando Serna Salazar, O.P. En su homilía, retomó el episodio del cenáculo en el cual irrumpe la fuerza del Espíritu sobre los apóstoles en compañía de la santísima Virgen María. Algunas preguntas con las que invitó a reflexionar a la familia dominicana fueron: ¿Cómo nos envía el Espíritu Santo a la misión hoy? ¿Cuáles son nuestros miedos para el anuncio del Evangelio?
Una vez terminada esta solemne celebración, fueron las conversaciones familiares y alegres en el atrio del Templo las que despidieron a los fieles que retornaban a sus casas.