Laicos dominicos piensan su vida y futuro en la orden
| octubre 07 DE 2019 • Fray Raúl Gómez Sánchez, O.P. |
Sentirnos Reunidos en Comunión dentro de la Familia Dominicana, exige de cada rama crecer en su identificación o configuración con la Orden, esto es, su particularidad con la que participan y encarnan el carisma de la predicación. Así es como los laicos también merecen seguir evaluando y construyendo juntos el modo como deben vivir el ideal de nuestro padre Santo Domingo de Guzmán en cada región donde se encuentren.
El pasado fin de semana, 5 y 6 de octubre, los presidentes de las fraternidades laicales y representantes de grupos apostólicos, cofradías y nuevas asociaciones que de alguna manera pertenecen a la familia dominicana, se encontraron en el convento de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá para pensar su vida y futuro como dominicos. Además de haber sido un espacio de compartir fraternal o conocerse mutuamente, tuvieron la posibilidad de poner en común sus preocupaciones más hondas y los retos que atraviesa la vida laical dominicana en el país. ¿Sigue siendo atrayente la vida laical dominicana en Colombia? Fue una de las preguntas que se plantearon.
El encuentro tuvo varios momentos que marcaron su sentido y desarrollaron sus expectativas. Mostrar la belleza del laicado en la Iglesia y luego identificar por qué un laico puede realizarse como tal en la Orden, fueron temas cruciales e iluminadores en las charlas. Los espacios de contemplación, como la oración y las celebraciones eucarísticas, fueron fundamentales para la buena marcha de cada jornada. Sin embargo, elegir nuevo consejo provincial laical de la Provincia San Luis Bertrán de Colombia, crear su propio cronograma 2020 y decidir la creación de un Directorio Nacional del Laicado para Colombia, fueron actos concretos con los que se fortaleció la esperanza. Vale decir que en todo fue crucial el apoyo de Fray Carlos Mario Alzate, Fray Jhon Tigreros, Fray Miguel Canedo y Fray Raúl Gómez, quienes estuvieron acompañando y asesorando cada momento.
Finalmente, es necesario confirmar el deseo que tienen los laicos de experimentar el carisma en sus propias obras, a la vez que el ímpetu con el que quieren hacer parte de un proyecto de predicación común, tal como lo anhela la Familia Dominicana de Colombia. Invitamos a todos los frailes no sólo apoyar sino también a dejarse afectar positivamente de estos esfuerzos de los laicos por estar a la altura de su misión en el mundo como dominicos predicadores del Evangelio.
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