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Reunidos en Comunión con el Maestro de la Orden de Predicadores

|  octubre 03 DE 2019 • Fray Raúl Gómez S., O.P.  |

La Familia Dominicana expresa con mayor claridad el signo de su comunión a través de la relación con el Maestro de la Orden, sucesor de Santo Domingo, quien es el principio de nuestra unidad (cf. Bolonia 146). Por esta razón el pasado 28 de septiembre la Familia Dominicana que peregrina en Colombia tuvo la alegría de manifestar el esplendor de este vínculo en torno a Fr. Gerard Francisco Timoner, O.P. Aunque se trató de un encuentro representativo con una pequeña parte de nuestra familia, se vivió un ambiente de alegría, fraternidad, conocimiento mutuo y esperanza.

Aproximadamente 300 miembros de la Familia Dominicana acudieron a encontrarse con Fray Gerard, y de él recibieron una expresa invitación a contemplar su misión como si se tratara de un ministerio lunar. Si la luna recibe su luz de aquella del sol, los hermanos y hermanas predicadores anclan su pasión a la luz de La Verdad. Es ésta la que debe conquistar a cada dominico y a la que cada hijo o hija de Domingo debe servir por completo. Sin embargo, ante el eclipse que algunos hermanos puedan estar viviendo en su propia vocación, sea laical o religiosa, es importante el cuidado de la comunidad. En esto se revela la hondura de la vida fraterna que permea la vida y misión de toda la Familia de Domingo de Guzmán, en la medida en que cada uno se sienta responsable de la salvación del hermano.

Las palabras dirigidas por Fray Gerard a las religiosas, monjas, frailes y laicos, tanto de las fraternidades como del Movimiento Juvenil Dominicano, fueron suficientes para despertar la esperanza en el corazón de cada uno. Con esto se dio paso, en el contexto de un diálogo sincero y real, a la presentación de cada congregación religiosa y fraternidad laical. Entre muchos asuntos de suma importancia, se dio la noticia de la reciente creación de la federación de los cuatro monasterios de monjas contemplativas, llamada Santísimo Nombre de Jesús, y Monseñor Omar Alberto Sánchez dio cuenta de la labor misionera que la Familia Dominicana desde antaño viene realizando hasta el momento presente a lo largo y ancho del Catatumbo.

Con la celebración de la Eucaristía, presidida por el Maestro, el encuentro tuvo su máximo sentido, en cuanto ella expresó con mayor densidad, como lo hace siempre, la comunión de esta Familia que trasciende los límites del tiempo y del espacio. Es en la Santa Misa donde nos sabemos Reunidos en Comunión, miembros de la Iglesia al servicio de La Verdad y congregados por Cristo nuestra cabeza.

Finalmente, el almuerzo clausuró la jornada, además con la satisfacción de haber compartido juntos la alegría de pertenecer a la Orden de Predicadores. Agradecemos a Dios, a Nstra. Sra. Del Rosario y a nuestro padre Santo Domingo por la oportunidad que nos han dado de reunirnos en comunión, esta vez con el Maestro de la Orden.


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