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Ciclismo en ruta (XVI)

|  julio 21 DE 2019 • Fray Rodrigo Rivero, O.P.  |

El tour de Francia, el giro de Italia y la vuelta a España son carreras de ciclismo en ruta compuestas en 21 etapas, en donde cada ciclista debe recorrer la dureza de la geografía de esos países a lo largo de 3 semanas. Para poder llegar a la meta final en el menor tiempo posible deberán trabajar en equipo, asumiendo cada uno su rol. Por tal razón, habrá un líder o capo de escuadra y siete colaboradores o gregarios que dejarán todas sus fuerzas en la ruta para ganar gran parte de las etapas y ayudarle en la clasificación general. Pero lo interesante de esta distribución es que los siete ayudantes no tienen las mismas funciones, cada uno de ellos cumplen un rol especial, ya sea romper el viento, dar alcance a los ciclistas fugados, hacer de puente en las escaladas, marcar el paso en la contrarreloj, embalar en las llegadas planas, entregar su propia bicicleta al capo en caso de caídas y hasta retrasarse por alimentación al carro para luego distribuirla a sus co-equiperos. Cada uno de ellos son vitales para poder aspirar a la victoria general de la carrera, en la que ganando un solo hombre, por la ayuda de sus gregarios, en realidad ganará todo el equipo.

Los discípulos de Jesús, como los ciclistas en ruta, también tenemos ciertos roles o posiciones que cumplir para poder alcanzar juntos la meta. Tal es el caso de Marta y María en la escena de Lucas 10, 38-42, en donde se nos relata que cada una de ellas tiene una función diferente. Por un lado Marta, cual gregaria de carrera, está proveyendo con su servicio la alimentación y cuidados al capo de escuadra Jesús, mientras que María, por otro lado, sentada a los pies del Maestro está prestando atención a sus enseñanzas para poder aplicarlas en su vida y compartirlas a los demás. Y aunque la lógica humana nos diga que solo el rol servicial de Marta es útil, el juicio de Dios nos indica que la función de la receptiva María es igual de importante a los otros roles en el seguimiento de Jesús. Entonces ¿Qué? ¿Necesitamos más roles como Marta o más como María? Pues, para las intenciones del equipo de Jesús, si queremos llegar lejos en esta carrera de la vida, necesitamos de las DOS, gregarios como Marta que con su pedaleo denodado y atención a lo urgente apoyen ‘materialmente’ la causa de los cristianos, como gregarios al estilo de María, que al alimentarse del pan de la Palabra, pueden asistir a los otros corredores replicando el mensaje salvífico y así aportar ‘espiritualmente’ al desarrollo de la carrera.

En el camino de la vida, con sus cimas empinadas y vertiginosas bajadas, debemos asumir diversas funciones, como Marta o como María, no importa cuál sea, lo que sí interesa es que sea lo que sea, a esa misión le pongamos el corazón, lo demos todo y no estemos criticando a otros miembros del equipo por hacer cosas diferentes. Solo así, trabajando con pasión y dejando trabajar, seremos un equipo cristiano de verdad, con buen desempeño de etapa y aportes esenciales a la victoria del Maestro; solo así continuaremos con la construcción de su Reino y subiremos al podium de campeones.


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