Cuatro palabras pueden definir la sinodalidad que se pretende al interior de nuestra Iglesia católica, a saber: la oración, la formación, la acogida y la participación. Cada una de ellas procura que se viva a plenitud la misión de evangelizadora en el mundo reconociendo a cada persona como hijos de Dios.
Es por esta razón que la Solemnidad de nuestro Padre Santo Domingo de Guzmán hizo un llamado a toda la Familia Dominicana a poner en práctica estos gestos tanto en nuestra vida personal como en el trato con nuestros hermanos y hermanas de comunidad, convento, casas o grupos a los que pertenecemos.
Domingo de Guzmán es el ejemplo de la oración, la itinerancia y la sinodalidad en plenitud, pero para descubrirlo nos reunimos el pasado domingo 11 de agosto en las instalaciones del Colegio de Nuestra Señora de la Presentación del Centro de Bogotá para compartir como Familia Dominicana cada uno de estos aspectos.
El rezo de las laudes nos adentró en el encuentro íntimo con Dios y estimuló la escucha de todos los presentes. Luego el taller comunitario nos motivó a mirar las dificultades y las oportunidades que tenemos como miembros de la Familia de Domingo de Guzmán frente a la misión predicadora en el mundo; por último, la Eucaristía solemne nos inspiró al compartir fraterno alrededor del altar y del Pan Vivo que Domingo supo contemplar para darlo a sus hermanos.
Agradezco al equipo de FERDOC encabezado por Sor Inés Ramírez, dominica de Santa Catalina de Siena y Sor Olga María Botía, dominica de la Presentación, por la iniciativa de abordar esta temática en la Novena, Triduo y celebración de nuestro Padre; al Consejo Provincial de Laicos; a los frailes estudiantes Stiven Giraldo y Oscar Ruíz, quienes con su valioso apoyo ayudaron al buen desarrollo de esta festividad; y a nuestras Hermanas de la Caridad Dominicas de la Presentación de la Santísima Virgen, especialmente a la Hna. Mimiya Castro, por todas las gestiones hechas y su organización y acogida en el evento. Dios les recompense en salud y bendiciones.
Finalmente, agradecemos al Prior Provincial y a todos los que participaron en esta solemnidad por su paciencia, compromiso, alegría y deseo de seguir sirviendo a Dios en su Pueblo Santo siendo peregrinos de esperanza y verdaderos predicadores de la Verdad.
