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Convento y Parroquia Santo Domingo de Guzmán de Tunja Semana Santa 2022

|  abril 26 de 2022  |

Agradecidos con Dios por la oportunidad de regresar a las celebraciones ordinarias de la Semana Mayor, los frailes del Convento de Santo Domingo, bajo las orientaciones del Párroco fray Sergio Andrés Mendoza Vargas, O.P., se llevaron a cabo en el marco de las tradicionales y culturales celebraciones religiosas de la ciudad de Tunja, los oficios litúrgicos con la alegría del reencuentro y el asombro por las joyas artísticas de la Orden de Predicadores en el Templo Santo Domingo de Guzmán en el centro histórico de esta ciudad. El fervor, la constante y al mismo tiempo fluctuante participación de los turistas y visitantes a la ciudad, permitió que las celebraciones contaran con un nutrido grupo de fieles que, en torno al Misterio de la Pascua, renovaron su fe y dieron gracias a Dios por la vida, pidiendo por las familias y la paz del mundo.

El Domingo de Ramos y contó con la participación amplia de files que en torno a los ramos, plantas y flores llevaron de nuevo a su hogar la alegre acogida que brindara en su tiempo el pueblo de Jerusalén a Jesús que ingresa victorioso a su ciudad para entregarse por la humanidad. A partir de este día, la liturgia de los días lunes, martes y miércoles santo, se une a las celebraciones arquidiocesanas, que tradicionalmente recorren las calles del centro histórico de Tunja con la participación masiva de fieles que, al encuentro con el Templo Santo Domingo, reciben la sanación a través de la confesión que de forma permanente se ofreció y que además fue ampliamente aprovechada por los peregrinos y fieles de la Parroquia.

El Jueves Santo se inaugura con la celebración de la Eucaristía por los enfermos, celebrada en comunidad para implorar la sanación integral de los hermanos de la Parroquia a través de la Unción. A la víspera de este día que inaugura el Triduo Pascual, la comunidad conventual y los prenovicios que apoyan la misión en la Parroquia, se disponen para celebrar la cena del Señor y de manera simbólica lavar los pies de los niños que se preparan para el sacramento de la Eucaristía, avivando el memorial del Señor y la diaconía de la Iglesia y de los cristianos. La adoración eucarística tuvo lugar en la Capilla de Santo Domingo, donde el acompañamiento de un concierto de música sacra aumentó el fervor y la piedad de los cientos de fieles que visitaron durante toda la noche el Santísimo Sacramento.

El Viernes Santo, dio continuidad a la contemplación del misterio de nuestra salvación en el sacrificio de la cruz, donde la comunidad conventual celebró la Pasión del Señor, predicó las siete palabras del Cristo en la cruz, para luego invitar a la comunidad a participar de la procesión arquidiocesana del Santo Sepulcro desde la Catedral de Santiago de Tunja hasta el Templo San Francisco de Asís. Un momento de profunda oración después de los momentos más críticos de la pandemia que congregó a nuestros hermanos en la marcha de la soledad y las piedades populares.

El día sábado, la Noche Santa por excelencia para los cristianos, congregó bajo la oscuridad que enmarca el arte sacro del Templo Santo Domingo a un numeroso grupo de fieles que, junto con la comunidad conventual, solemnemente celebró la Vigilia Pascual, contemplando así la victoria de Cristo sobre la Muerte y la Alegría de participar de la misma luz de la Resurrección que el Hijo de Dios alcanza para todos los que creen en Él. El sello característico de este día, además de la Luz, sería el Reencuentro y la posibilidad de participar de la mesa del Altar y de la Palabra con marcada alegría y jubilo pues aquel que murió en la cruz, Resucitó y nos dio nueva Vida. Cristo Ha Resucitado Aleluya, Aleluya.


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