La celebración del Triduo Pascual en la vida del creyente es el centro de la fe. Nos enseña el Papa San León Magno que: “la celebración de la Pascua, según una fecha del calendario, nos recuerda la fiesta eterna que supera todo tiempo humano. La Pascua actual es la sombra de la Pascua futura. Por eso la celebramos para pasar de una fiesta anual a una fiesta que será eterna". Por tal motivo, los días santos son un tiempo privilegiado para los frailes de nuestra provincia para hacer un alto en las actividades cotidianas y servir en la predicación del misterio Pascual en las parroquias que están a nuestro cargo.
Para la Orden de Predicadores, las parroquias son lugares clave donde se lleva a cabo su misión de predicación y formación, siendo espacios en los que se evangeliza, se forma y se acompaña a la comunidad cristiana (Estatutos del consejo de párrocos). Convirtiéndose estas en lugar de encuentro para frailes, religiosas y laicos en espacios propicios para testimoniar la experiencia del Señor, e iluminar las realidades de sufrimiento que atraviesa nuestro país a causa de la ola de violencia que vienen en crecimiento en distintos lugares del territorio nacional.
La Semana Santa 2025 en nuestras parroquias estuvo iluminada por la experiencia jubilar de la Iglesia —Peregrinos de la Esperanza—, las directrices de las iglesias particulares en lo relacionado con los planes pastorales y las iniciativas propias de cada comunidad parroquial que contribuyeron a renovar la esperanza cristiana que se sigue viviendo en la realidad de cada hombre que se hace discípulo y misionero en medio de los hermanos de comunidad.
Nuestras parroquias siguen acogiendo un sin numero de fieles que encuentran en nuestra predicación elementos que los iluminan y acompañan a abrazar la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo a través de los actos de piedad popular, la confesión y la celebración de la Eucaristía y las diferentes liturgias propias de la Semana Santa.