Skip to main content

Custodio y Ostiario del Santuario Mariano Nacional

Fr. Ismael Bernardo Ramírez Aldana, O.P.

|  noviembre 15 de 2020  | Por: fr. Carlos Arturo Ortiz Vargas, O.P. | 

Los hermanos cooperadores, practicando una vida auténticamente dominicana, han llegado a participar con plenitud en la vida y régimen de su comunidad y también de sus actividades apostólicas. Así sobresalieron san Martín de Porres, san Juan Macías y los beatos Santiago de Ulma y Simón Ballachi, servidores, que resplandecen en los altares de la Orden. En nuestra Provincia Dominicana de Colombia, numerosos hermanos cooperadores, iluminados por los modelos anteriormente presentados, se han santificado dominicanamente. Los buenos ejemplos cautivan.

Chiquinquirá, la capital de la provincia de Occidente. Etimológicamente su nombre proviene de la lengua chibcha Xequenquirá que significa “pueblo sacerdotal”. Los habitantes de sus tierras albergaban el valle regado por las aguas de la laguna de Fúquene y dependían del zaque de Bacatá; sus manos laboriosas creaban joyas, cerámicas, telas y también se dedicaban a la caza, a la agricultura y a la pesca. De esta población conocida como la “Ciudad Mariana” y donde se venera la imagen de María, la Reina y Patrona de los colombianos, es oriundo fr. Ismael Bernardo Ramírez Aldana.

Nació en Chiquinquirá el 10 de junio de 1933, en el seno de una familia humilde, sencilla y laboriosa, conformada por don Juan y doña María Eufrosia, quienes tuvieron seis hijos, de entre los cuales Ismael es el segundo. Desde pequeño se dedicó al trabajo noble de los campesinos de su región, como agricultor unas veces y en hatos lecheros las otras.

Por el tiempo que su papá trabajó al servicio de la comunidad y del santuario (más de 35 años) Ismael acostumbraba a frecuentar el convento desde niño y siendo después un joven, solicitó en varias oportunidades ser admitido a la Orden, pero fr. Alberto E. Ariza Sánchez, que era el provincial en ese entonces, siempre dilató su ingresó. Al adquirir su mayoría de edad se enroló para servir en la Policía Militar Profesional en Tunja, en tiempos del general Rojas Pinilla de quien fue escolta; fue en la época cuando se logró la despolitización de la policía, agregándola al Ministerio de Guerra, como cuarto componente del Comando General de las Fuerzas Militares. Allí permaneció durante cinco años y aprendió, en medio de la milicia, el oficio de panadero.

Su vocación es obra del hermano Andrés Avelino Marín Orozco, que no lo dejó desanimar en su empeño ni en el llamado que Dios le hacía. Sin saber leer y con apenas algo de escritura y el arte de la panadería, pidió el ingreso a la Orden en noviembre de 1958, siendo provincial fr. Adolfo García Fernández, quien lo admitió al postulantado por espacio de un año en el Convento de Santo Domingo de Bogotá. Comenzó el año canónico del noviciado con la toma del hábito el 20 de noviembre de 1960, siendo su maestro fr. José Dimas Espitia Leaño y sus compañeros fr. Reinaldo de Jesús Sánchez López y fr. Jesús Antonio Ceballos Giraldo. Al emitir su primera profesión el 21 de noviembre de 1961 fue destinado al Colegio de Santo Tomás de Chapinero, donde pudo desplegar una gran labor al servicio de dicha comunidad educativa.

Antes de emitir su profesión solemne el 21 de septiembre de 1967, colaboró infatigablemente con fr. Luis J. Torres Gómez en la restauración de la Universidad Santo Tomás para 1965. Fue encargado de la planta física del viejo edificio que albergaba el Colegio Santo Tomás. Allí se le asignaron dos responsabilidades: primero, el traslado del colegio al norte de Bogotá y segundo, la adecuación del edificio con todo lo necesario para dar inicio a las clases, el 7 de marzo, para los 273 estudiantes matriculados en las facultades de Ingeniería Civil, de Derecho y Ciencias Políticas y, de Economía y Administración de Empresas.

Durante varios años, fr. Ismael estuvo al servicio de la nueva sede de la universidad y de su buen funcionamiento, como encargado de servicios generales y de la oficina de publicaciones; sin olvidar otras tareas en la cafetería, en la portería, como conductor, como vigilante y como mensajero. Su sentido de pertenencia y su cariño por las obras de la comunidad le impedían descuidarla. Durante la huelga de los estudiantes de la universidad en 1974, fue uno de los más aguerridos defensores de la institucionalidad. En 1980, fue condecorado por fr. Álvaro Galvis Ramírez con la “Medalla de los 400 años”.

En todos los lugares de la Provincia donde la obediencia lo llevó, en los conventos de: San Alberto Magno en Bogotá, Cristo Rey en Bucaramanga, Santo Domingo de Tunja, Nuestra Señora del Rosario en Chiquinquirá, fr. Ismael se desempeñó como sacristán, enfermero, hospedero, conductor. Fue administrador de las fincas La Balsa y Santo Domingo y en la atención del despacho del santuario en Chiquinquirá.

Este hermano que cuando no tenía el hábito, vestía de camisa “guayabera” fue conocido entre todos como el “hermano Aldana”, por su apellido materno. Años más tarde pudo llevar el apellido paterno, Ramírez, lo que conllevó a cambiar toda su documentación; sin embargo, en los anales de la provincia sigue apareciendo con el apellido Aldana.

De personalidad fuerte y voz potente, se mostraba agreste en ocasiones; pero siempre fue respetuoso y fraterno con sus hermanos de comunidad; en el diálogo era franco y no se guardaba nada, expresando con espontaneidad lo que sentía; amaba entrañablemente la Orden en Colombia, sin olvidar su espíritu crítico y pertinaz sobre la vida y acción de la Provincia. Fr. Ismael fue un fraile que vivió con intensidad los consejos evangélicos y supo seguir con fidelidad al mismo Jesús; como hombre de fe manifestaba su amor a Dios a través de actos de piedad y por la participación asidua en la celebración de la eucaristía en las primeras horas de la mañana. Su preocupación y compasión por los pobres era silenciosa pero eficiente, todo lo que recibía lo destinaba a ayudar a muchas familias pobres y sobre todo al cultivo y promoción de las vocaciones de jóvenes de escasos recursos.

Este hermano, que gozó del aprecio y del cariño de muchos de sus hermanos, lamentablemente, en estos últimos años sufrió, a parte de una larga enfermedad, la incomprensión y persecución del superior del momento, que mal informado, lo instigó a entregar dinero y propiedades que el hermano Ismael nunca tuvo, tal y como arrojó el resultado de la investigación relámpago que se desató en las oficinas de los bancos y de instrumentos públicos de la ciudad, que a lo sumo arrojó una cuenta de ahorros mermada, donde se le consignaba, como es costumbre entre los frailes, el mensil para sus gastos personales y para ayuda de sus pobres. El superior no pudo así, confiscar nada y se llevó un buen palmo de narices, que a la larga restituyó el buen nombre y la vida pobre del hermano.

Fr. Ismael, desde que llegó a la Orden asumió tareas humildes y también difíciles; su contextura fuerte no le permitió acobardarse, ente nada ni ante nadie. Era un fraile sin pereza ante cualquier trabajo que le encomendaron: desde asesorar obreros, orientar y dirigir personalmente las obras de siembra y cuidado del ganado en las fincas de la comunidad. Fr. Ismael fue un madrugador incansable, durante más de veinte años era quien abría, a las cuatro de la mañana, las puertas de la basílica y el primero en entonar el rezo del santo rosario que escuchaban y seguían los campesinos, que a esas horas comenzaban a atizar el fogón y el ordeño de sus vacas, a través de las Emisoras Reina de Colombia. Estuvo asignado al Convento de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá por más de cuarenta años, donde falleció el 14 de noviembre de 2023 a los 90 años de edad y 61 de vida consagrada.

Referencias:

Ortiz, C. (2010). Rostros del centenario de la restauración de la Provincia Dominicana de Colombia. 1910−2010. Bucaramanga: Distrigraf.
Ortiz, C. (2010). Comunicación personal con fray Ismael Ramírez Aldana.
Provincia de San Luis Bertrán de Colombia. (1971−2020). Catálogo de Provincia.
Provincia de San Luis Bertrán de Colombia. (1991). Provincia Dominicana de Colombia. Boletín n.° 82.
Provincia de San Luis Bertrán de Colombia. (1993). Provincia Dominicana de Colombia. Boletín n.° 90.
Provincia de San Luis Bertrán de Colombia. (2004). Boletín Provincial Dominicos de Colombia. Boletín n.° 118.


Te pueden interesar otros contenidos sobre Reconocimientos. clic aquí